El neoplatonismo es una corriente filosófica que surge en el siglo III d.C., desarrollándose a partir de las enseñanzas del filósofo griego Platón. Esta corriente filosófica se centra en la interpretación y expansión de las ideas platónicas, incorporando elementos místicos y religiosos.
¿Qué es el Neoplatonismo?
El Neoplatonismo es una corriente filosófica que se desarrolló en la antigua Grecia, liderada por el filósofo Plotino. Esta escuela de pensamiento sostiene que existe una realidad suprema y eterna a la cual todas las cosas aspiran a unirse.
En el centro del pensamiento neoplatónico se encuentra la noción de jerarquía de los seres. Según esta idea, todos los seres están ordenados según su grado de cercanía a la realidad suprema. En este sentido, el objetivo último del Neoplatonismo es alcanzar esa perfección divina mediante diversas prácticas contemplativas.
Otro elemento fundamental del Neoplatonismo es su concepción sobre la naturaleza de Dios. Para los neoplatónicos no hay solo un Dios, sino varias emanaciones divinas o hipóstasis que van desde lo más alto e inmutable hasta lo más bajo y material.
Además, el Neoplatonismo defiende que las Ideas son entidades eternas y perfectas existentes independientemente en otro plano distinto al mundo sensible donde vivimos. De esta manera, para ellos las Ideas son formas puras que determinan todo lo existente en nuestra realidad cotidiana.
Finalmente, cabe destacar también dentro del Neoplatonismo su teoría acerca del conocimiento: sostienen que éste viene dado por reminiscencias o recuerdos innatos presentes en nuestro alma humana desde antes de nacer.
Filósofos Neoplatónicos
Algunos de los filósofos neoplatónicos más destacados son:
- Plotino: Es considerado el fundador del neoplatonismo. Sus enseñanzas están recogidas en las «Enéadas», una colección de escritos que abordan la naturaleza de El Uno, el proceso de emanación y el camino del alma hacia la reunificación con lo divino.
- Porfirio: Discípulo de Plotino, se encargó de la recopilación y edición de las «Enéadas». También escribió obras importantes que abordan temas como la ética y la religión.
- Jámblico: Otro destacado neoplatónico que introdujo elementos místicos y religiosos adicionales al neoplatonismo, enfatizando la importancia de los ritos y prácticas teúrgicas.
- Proclo: Uno de los últimos grandes neoplatónicos, conocido por sus comentarios a las obras de Platón y por su sistema filosófico que integra diversos aspectos del pensamiento griego.
Características principales del neoplatonismo:
- La Uno: En el centro del neoplatonismo se encuentra el concepto de «El Uno» o «El Bien», una realidad suprema y trascendental que está más allá de la existencia y la comprensión humana. Todo lo demás emana de El Uno.
- Emanación: La creación del universo se explica a través de un proceso de emanación. A partir de El Uno, surgen sucesivamente la Mente (Nous), el Alma (Psyche) y el mundo material. Cada nivel de emanación es menos perfecto que el anterior.
- El Nous: La Mente o Nous es la primera emanación de El Uno y contiene las Ideas Platónicas, siendo la fuente de la inteligencia y la razón.
- El Alma: El Alma del mundo (Psyche) es la segunda emanación, y es responsable de la vida y el movimiento. Abarca tanto las almas individuales como la del cosmos en su conjunto.
- El Mundo Material: Es la última emanación y, por tanto, el nivel más bajo de realidad. Se considera una sombra o reflejo imperfecto de las realidades superiores.
- El retorno al Uno: El objetivo último del ser humano es retornar a la unidad con El Uno, un proceso que se logra a través de la purificación, la contemplación y la práctica de virtudes.
Teoría de las Ideas en el Neoplatonismo
En el Neoplatonismo, la teoría de las Ideas es un concepto fundamental que se utiliza para explicar la relación entre lo divino y lo mundano. Según esta corriente filosófica, las Ideas son entidades eternas y perfectas que existen en un plano superior al mundo sensible.
Para los neoplatónicos, estas ideas no solo son abstractas sino también racionales, ya que representan principios universales y verdades fundamentales acerca del universo. Estas ideas se consideran como la fuente de toda realidad y conocimiento en el universo.
Además, según esta concepción neoplatónica, existe una jerarquía entre las diferentes Ideas: mientras más alta es una Idea en esa jerarquía, más próxima está a lo divino y más universal e inmutable es su naturaleza.
Así mismo, para Plotino –el filósofo más influyente dentro del Neoplatonismo– la contemplación de estas Ideas tiene como objetivo final alcanzar el conocimiento absoluto sobre todas ellas y lograr así una unión mística con lo divino.
La teoría de las Ideas en el Neoplatonismo presenta a estos conceptos como entidades reales perfectas e inmutables situadas por encima del mundo sensible. Su contemplación permitiría obtener mayor conocimiento sobre éstas hasta lograr una comunión absoluta con Dios.
Contemplación y ascensión del alma
La práctica de la contemplación es una parte fundamental del Neoplatonismo, ya que se considera un medio para alcanzar la unión con la realidad suprema y lograr la liberación del alma. La contemplación implica dejar atrás los sentidos y las emociones, concentrándose en el mundo interior del individuo.
Para Plotino, la contemplación era una forma de ascensión del alma hacia lo divino. A través de esta práctica, el ser humano puede superar las limitaciones sensoriales y alcanzar una comprensión más profunda y completa de su existencia.
En este sentido, el objetivo último del Neoplatonismo es que el individuo pueda experimentar directamente la realidad suprema a través de procesos como la meditación o el éxtasis místico. Para ello debe desapegarse del mundo material e inmerso en introspección encontrar su verdadero ser.
El proceso contemplativo también permite al individuo adquirir sabiduría y conocimiento no solo acerca de sí mismo sino también sobre el universo que le rodea. De hecho este autoconocimiento permite descubrir nuestra identidad verdadera por medio a reflexionar sobre nuestro cosmos interno.
Para los neoplatónicos practicantes regulares del hábito contemplativo podrían llegar a experimentar estados alterados en donde encuentran consigo mismos (el Ser) convirtiéndose así en uno con Dios o lo Uno Supremo según esta escuela filosófica.
Belleza y la trascendencia estética
En el Neoplatonismo, la belleza es vista como una manifestación del ser supremo y se considera como un medio para alcanzar la trascendencia estética. Los neoplatónicos creían que la belleza no era solo una cualidad superficial de las cosas, sino que también representaba algo más profundo e intangible.
Para ellos, la belleza estaba en todas partes: en el mundo natural, en las obras de arte y hasta en los actos virtuosos de los seres humanos. La tarea del filósofo era descubrir esta belleza subyacente y entender su relación con lo divino.
A través de la contemplación estética, los neoplatónicos buscaban elevar su alma a niveles superiores de conciencia. Para Plotino, por ejemplo, esta experiencia estética permitía al individuo acceder a un conocimiento intuitivo directo del ser supremo.
De hecho, para muchos pensadores neoplatónicos como Proclo o Plutarco (quienes adaptaron gran parte del pensamiento platónico), este conocimiento intuitivo era uno de los objetivos principales tanto de la filosofía como de las artes liberales.
Por otro lado, también se cree que esta concepción estética influyó significativamente en el desarrollo posterior del arte cristiano medieval y renacentista. En resumen podemos decir que para el Neoplatonismo, la belleza no solo tenía valor intrínseco sino también valor metafísico ya que permitía al hombre acercarse a lo divino mediante su contemplación.
La Ética Neoplatónica
La ética neoplatónica es una corriente de pensamiento que se enfoca en la búsqueda del bien supremo y la unión con lo divino. Según esta filosofía, el ser humano puede lograr la autotrascendencia mediante el cultivo de las virtudes.
Para los neoplatónicos, las virtudes son cualidades del alma que permiten al individuo acercarse cada vez más a la realidad suprema. Estas virtudes incluyen la sabiduría, la justicia, el valor y la templanza. Al cultivar estas cualidades, el ser humano se libera de los deseos mundanos y encuentra su verdadera naturaleza divina.
Además de las virtudes clásicas, como Platón o Aristóteles habían mencionado antes que ellos, los neoplatónicos destacan otras importantes para alcanzar esa trascendencia:
- Piedad (relacionada con lo sagrado)
- Devoción (para llegar a ese dios)
- Oración (como medio para conectarse)
- Y amor (para enamorarse del objeto amado)
En este sentido, el objetivo final de la ética neoplatónica es lograr una unión mística con lo divino. Esta unión implica abandonar totalmente nuestra propia individualidad temporal para fundirnos en lo eterno e infinito.
Según los principios éticos del Neoplatonismo , si queremos vivir plenamente nuestras vidas debemos buscar activamente conectar con nuestro yo superior a través del cultivo constante de las virtudes y vencer nuestros impulsos egoístas hacia una vida dedicada al amor incondicional por todo lo creado ya sea material o inmaterial.
Neoplatonismo en la religión y la mística
El Neoplatonismo tuvo un gran impacto en las religiones y la mística.
- En el cristianismo, los neoplatónicos como San Agustín utilizaron la filosofía para explicar ideas teológicas complejas. El concepto neoplatónico de la realidad suprema se fusionó con la idea cristiana de Dios, y se creía que contemplar a Dios era una forma de experimentar esa realidad suprema.
- En el pensamiento islámico, los filósofos musulmanes como Al-Farabi y Avicena fueron influidos por el Neoplatonismo en su búsqueda del conocimiento divino. La idea neoplatónica de que todos los seres tienen un «alma» o esencia eterna influyó en la concepción islámica del alma humana.
Además, muchos aspectos de la práctica mística también están influenciados por el Neoplatonismo. Por ejemplo, tanto en el cristianismo como en el sufismo islámico, se utiliza la meditación y la contemplación como medio para acercarse a lo divino.
- La belleza también juega un papel importante en ambas tradiciones religiosas y místicas influenciadas por el Neoplatonismo. Se cree que al apreciar lo bello podemos acercarnos a lo divino o experimentarlo directamente.
Podemos ver cómo el Neoplatonismo ha dejado huella no solo en la filosofía sino también en las religiones y prácticas místicas posteriores. Su influencia sigue siendo relevante hoy día ya que muchas personas buscan experiencias trascendentales similares utilizando herramientas similares inspiradas por esta corriente filosófica antigua.
Neoplatonismo en la actualidad e influencia
El Neoplatonismo es una corriente filosófica que ha dejado un gran legado en la historia del pensamiento occidental. Su influencia se extiende más allá de los límites de la filosofía, afectando también a otras áreas como la teología y el arte.
- En cuanto a la filosofía, el Neoplatonismo tuvo un impacto significativo en el pensamiento medieval, especialmente en las obras de San Agustín y Tomás de Aquino. Ambos autores utilizaron conceptos neoplatónicos para desarrollar su propia teoría del conocimiento y su visión sobre Dios.
- Además, el Neoplatonismo influyó notablemente en la teología cristiana. La idea platónica de que existen dos mundos -el mundo sensible y el mundo inteligible- permitió a los cristianos reconciliar su creencia en un Dios trascendental con su experiencia terrenal.
- Por otro lado, no podemos olvidar cómo el Neoplatonismo también influyó en el arte. Durante mucho tiempo se consideró que lo bello era una forma de acceso al divino, por lo que muchos artistas buscaron representar esta belleza mediante sus obras artísticas.
- Finalmente podemos decir que hoy día todavía hay quienes estudian e intentan aplicar algunos principios neoplatónicos al campo académico o personal; esto nos muestra como aún tiene relevancia en nuestro presente este movimiento filosófico-místico-religioso-artístico tan importante para nuestra historia cultural.
