Santo Tomás de Aquino: Bio, Pensamiento, libros y aportes

Santo Tomás de Aquino
En este artículo

Santo Tomás de Aquino, uno de los más grandes filósofos y teólogos de la Edad Media, fusionó el pensamiento cristiano con la filosofía aristotélica. Su enfoque en la razón y la fe sigue siendo influyente, ya que ofrece respuestas profundas a preguntas sobre la existencia de Dios, la moral y el conocimiento humano.

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¿Quién fue Santo Tomás de Aquino?

Santo Tomás de Aquino (1225-1274) fue uno de los filósofos y teólogos más influyentes de la Edad Media, cuyas ideas tuvieron un impacto profundo y duradero en la filosofía cristiana, especialmente en la tradición escolástica. Nacido en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, Italia, en el seno de una familia noble, Tomás fue enviado a estudiar a la Abadía de Montecassino a temprana edad, y más tarde continuó su formación en la Universidad de Nápoles. Aunque su familia deseaba que se convirtiera en abad benedictino, Tomás optó por unirse a la recién fundada orden de los dominicos, lo que generó fuertes tensiones familiares.

Santo Tomás fue profundamente influenciado por el pensamiento de Aristóteles, cuyas obras llegaron al mundo cristiano a través de traducciones árabes y comentarios de pensadores islámicos como Avicena y Averroes. Una de sus grandes contribuciones fue la integración de la filosofía aristotélica con la doctrina cristiana. Mientras que muchos teólogos de la época veían a Aristóteles como una amenaza para la fe cristiana, Tomás vio en su pensamiento un valioso marco filosófico que podía ser utilizado para explicar y profundizar en las verdades del cristianismo.

El sistema filosófico de Santo Tomás es conocido como tomismo y es considerado un ejemplo destacado de la escolástica, una corriente filosófica que buscaba armonizar la fe cristiana con la razón. En su obra más famosa, la Summa Theologica, Tomás de Aquino trató de sistematizar todo el conocimiento teológico y filosófico disponible en su tiempo. En esta monumental obra, aborda cuestiones fundamentales sobre la existencia de Dios, la naturaleza del alma, la moral, los sacramentos y la ley natural.

La influencia de Santo Tomás de Aquino fue inmensa, tanto en la teología cristiana como en la filosofía occidental en general. Su integración de la filosofía aristotélica con el cristianismo sentó las bases de la filosofía escolástica, que dominó el pensamiento medieval durante siglos. Aunque su obra cayó en cierta medida en el olvido durante el Renacimiento y el inicio de la Edad Moderna, experimentó un renacimiento en el siglo XIX, cuando el papa León XIII recomendó su estudio en su encíclica Aeterni Patris (1879), lo que llevó a la creación del neotomismo, una corriente filosófica y teológica que sigue teniendo influencia en la Iglesia Católica hasta hoy.

Santo Tomás de Aquino fue canonizado en 1323 por el papa Juan XXII y en 1567 fue proclamado Doctor de la Iglesia. Su festividad se celebra el 28 de enero. Es considerado el patrón de las universidades, escuelas católicas, estudiantes y filósofos.

Su obra sigue siendo objeto de estudio y reflexión en todo el mundo, especialmente en círculos católicos, donde es considerado uno de los más grandes doctores de la Iglesia. Su capacidad para integrar la razón y la fe en un marco coherente sigue inspirando a teólogos, filósofos y estudiosos de diversas disciplinas.

Pensamiento de Santo Tomás de Aquino

El debate sobre la verdad y la moralidad

  • La existencia de Dios: Tomás es famoso por sus «cinco vías» o argumentos para demostrar la existencia de Dios. Estos argumentos son una combinación de filosofía aristotélica y teología cristiana, y se basan en la observación de fenómenos naturales, como el movimiento, la causalidad y la contingencia, para llegar a la conclusión de que debe existir un ser necesario, eterno e inmutable, que es Dios.
  • Fe y razón: Una de las contribuciones más importantes de Santo Tomás fue su afirmación de que la fe y la razón no están en conflicto, sino que son complementarias. Según Tomás, la razón puede llevarnos a conocer ciertas verdades sobre el mundo y sobre Dios, pero la fe es necesaria para comprender las verdades reveladas que están más allá del alcance de la razón humana, como la Trinidad o la Encarnación.
  • Teoría del conocimiento: Tomás sostenía que todo conocimiento humano comienza con la experiencia sensorial, en línea con el empirismo aristotélico. Sin embargo, también creía que la mente humana posee la capacidad de abstraer conceptos universales a partir de la experiencia sensorial. Esta teoría del conocimiento contradecía el innatismo platónico, que sostenía que el conocimiento era innato.
  • Antropología: En su visión del ser humano, Tomás de Aquino siguió a Aristóteles al sostener que el hombre es una unidad de cuerpo y alma. El alma es la forma del cuerpo, y ambos son inseparables en la vida terrenal. El alma humana, no obstante, es inmortal y es capaz de subsistir después de la muerte. Esto le permitió a Tomás reconciliar el dualismo platónico con una visión cristiana más integrada del ser humano.
  • Moral y ley natural: En ética, Santo Tomás desarrolló la teoría de la ley natural, la cual afirma que existe un orden moral objetivo en el universo que puede ser conocido por la razón humana. Según esta teoría, los seres humanos, por ser criaturas racionales, pueden discernir lo que es bueno y lo que es malo a través del uso de la razón. La ley natural es una participación de la ley eterna de Dios y proporciona las bases para la moralidad humana.

Aportes de Santo Tomás de Aquino

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La síntesis entre fe y razón

Uno de los logros más notables de Tomás de Aquino fue su intento de reconciliar la fe cristiana con la razón, particularmente con la filosofía aristotélica. Mientras que algunos pensadores anteriores, como San Agustín, veían a la razón como subordinada a la fe, Tomás creía que ambas podían coexistir y complementarse.

  • La razón y la fe como caminos complementarios: Para Tomás, la razón puede llegar a verdades fundamentales sobre el mundo natural, como la existencia de Dios, pero hay ciertos aspectos de la fe (como la Trinidad o la Encarnación) que están más allá del alcance de la razón y requieren revelación divina. Sin embargo, nunca se contradicen, ya que ambas provienen de Dios. Esto dio lugar a un sistema en el que se mantenía una distinción clara entre teología y filosofía, pero donde ambas disciplinas podían dialogar de manera fructífera.

La adopción y adaptación del aristotelismo

Santo Tomás de Aquino fue un gran admirador de Aristóteles y adoptó muchas de sus ideas para crear una estructura filosófica compatible con la teología cristiana.

  • La metafísica aristotélica: Tomás adoptó la distinción aristotélica entre acto y potencia, forma y materia, y las causas (formal, material, eficiente y final). Estas distinciones se volvieron centrales en su propia visión metafísica. Según Tomás, el mundo es una serie de seres contingentes (que podrían no existir) que dependen de una causa primera necesaria (Dios), cuya existencia es necesaria y no causada por otra cosa.
  • La distinción entre esencia y existencia: Tomás también desarrolló la distinción entre esencia (lo que una cosa es) y existencia (el hecho de que una cosa es). Según él, en los seres contingentes, la esencia y la existencia son distintas, mientras que en Dios, son lo mismo. Dios es puro acto de ser, el ser cuya esencia es existir.

Las Cinco Vías para demostrar la existencia de Dios

Uno de los aportes más conocidos de Tomás de Aquino es su argumentación a favor de la existencia de Dios. En la Suma Teológica, presenta cinco argumentos conocidos como las «Cinco Vías»:

  1. El argumento del movimiento: Todo lo que se mueve es movido por algo. No puede haber una cadena infinita de motores, por lo que debe existir un primer motor inmóvil, que es Dios.
  2. El argumento de la causa eficiente: Todo efecto tiene una causa, y no puede haber una regresión infinita de causas. Debe haber una primera causa incausada, que es Dios.
  3. El argumento de la contingencia: En el mundo, hay seres contingentes que podrían no existir. Sin embargo, no todo puede ser contingente; debe haber un ser necesario que dé existencia a los seres contingentes, y ese ser es Dios.
  4. El argumento de los grados de perfección: Observamos en el mundo diferentes grados de perfección (bondad, verdad, nobleza, etc.). Estas graduaciones implican la existencia de un máximo, que es la fuente de toda perfección, y ese máximo es Dios.
  5. El argumento del diseño: En el universo, hay un orden y propósito observable en las cosas. Este orden no puede ser fruto del azar; debe haber un diseñador inteligente detrás de él, que es Dios.

La filosofía de la ley y la ética

Tomás de Aquino también fue influyente en el campo de la ética y la filosofía política, particularmente a través de su concepto de la ley natural.

  • La ley natural: Según Tomás, la ley natural es una parte de la ley eterna de Dios que los seres humanos pueden conocer a través de la razón. Todos los seres humanos, independientemente de su fe, tienen acceso a las verdades de la ley natural porque se basan en la razón. La ley natural nos dice lo que es bueno para los seres humanos, y actuar de acuerdo con ella es cumplir con el propósito de nuestra naturaleza.
  • La ley humana y la ley divina: La ley humana debe estar basada en la ley natural para ser justa, y la ley divina se revela en las Escrituras y guía a los humanos hacia la salvación. Para Tomás, la ley es un orden para el bien común que debe guiar la conducta humana hacia la virtud.
  • Virtud y moralidad: Tomás siguió a Aristóteles en su concepción de la ética de la virtud. Para él, la moralidad está orientada hacia el bien supremo, que es Dios, y la felicidad se alcanza a través de la práctica de las virtudes. Distingue entre virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), siendo estas últimas directamente relacionadas con la vida espiritual.

La antropología tomista

Tomás de Aquino también contribuyó al pensamiento antropológico, en especial a la comprensión del ser humano como una unidad de cuerpo y alma.

  • El ser humano como compuesto de alma y cuerpo: A diferencia de algunos de sus contemporáneos, que veían el cuerpo como algo negativo o secundario, Tomás argumentaba que el ser humano es una unidad de cuerpo y alma. El alma es la forma del cuerpo, y ambos son esenciales para la naturaleza humana. La separación del alma del cuerpo en la muerte es antinatural y temporal, ya que el ser humano está destinado a la resurrección, donde se reunirá el alma con un cuerpo glorificado.
  • La relación entre intelecto y voluntad: Tomás de Aquino desarrolló una profunda teoría sobre las facultades del alma, particularmente el intelecto y la voluntad. Según él, el intelecto aprehende la verdad, mientras que la voluntad se dirige hacia el bien. Estas dos facultades trabajan juntas en la acción humana, ya que la voluntad elige lo que el intelecto percibe como bueno.

El concepto de analogía del ser

Un aspecto crucial del pensamiento de Tomás de Aquino es su idea de la analogia entis (analogía del ser). Según este principio, hay una relación entre el ser de las criaturas y el ser de Dios, pero no es una relación unívoca (exactamente la misma) ni equívoca (completamente diferente), sino analógica. Esto significa que podemos hablar de Dios y de las criaturas con el mismo lenguaje (por ejemplo, «bueno»), pero el significado es diferente en grado: Dios es el ser pleno, mientras que las criaturas solo participan de ese ser.

Influencia en la teología cristiana y la filosofía política

  • Teología: Santo Tomás no solo influyó en la filosofía, sino que sus escritos también formaron la base de gran parte de la teología católica posterior. La Iglesia Católica adoptó oficialmente el tomismo como su enfoque filosófico-teológico durante siglos, en particular en el Concilio de Trento y en la encíclica Aeterni Patris de León XIII en 1879.
  • Filosofía política: En su obra, Tomás abordó cuestiones de política y sociedad. Argumentaba que el poder político legítimo proviene de Dios, pero a través de la naturaleza humana y el orden creado, lo que implica que los gobernantes deben actuar de acuerdo con la ley natural. También enfatizaba la importancia del bien común y la justicia en el gobierno.

 

 

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